26 Ene La Catedral de Barcelona, Manuel Girona y Castelldefels

El banquero y político Manuel Girona Agrafel compró la baronía de Eramprunyà, que incluía el Castillo de Castelldefels y sus terrenos, en 1897. Fue una figura muy importante en la vida política y social de aquella época , y se convirtió en un mecenas de las artes y de los grandes eventos, como fue la organización de la Exposición Universal de Barcelona de 1888, que modernizó la ciudad condal. Además hizo una importante donación para terminar la catedral de Barcelona con una nueva fachada, de estilo neogótico, inspirada en las catedrales del norte de Europa.

Pasado el tiempo, durante el año 1988, cuando el Castillo fue adquirido por el Ayuntamiento, se encontró una gran cantidad de documentos de la familia Girona que fueron depositados en el Archivo Municipal de Castelldefels. Se inventarió para poder conocer el alcance de esta documentación. Pero no ha sido hasta hace poco, que no se catalogaron y digitalizar la mayoría de estos documentos. Se descubrió que contenía fotografías, planos, láminas, libretas sobre las diferentes fases de la construcción de la fachada de la Catedral y de otros proyectos que finalmente fueron rechazados. Puede ver una imagen de cómo austera era la fachada de la Catedral y otra de cómo quedó después de la primera fase de la construcción. Poco tiempo después se construiría las dos torres y el cimborrio que coronaría el edificio como lo conocemos en la actualidad.

Además, este fondo documental de la familia Girona contiene fototipias impresionados de la exposición Universal de 1888, con imágenes del puerto y de otros lugares de Barcelona; también hay dibujos y un gran álbum de fotos de la restauración del Castillo de Castelldefels de 1898; dibujos y láminas de monumentos de toda Cataluña; e incluso documentos que muestran el respeto y la admiración de toda la sociedad y entidades catalanas hacia la gran figura de Manuel Girona.

Esta actuación del Archivo Municipal de Castelldefels sobre el Fondo de la familia Girona, ha significado la recuperación de la memoria de nuestra historia de finales del siglo XIX, que fue muy importante para mantener el patrimonio arquitectónico y vertebrar el crecimiento urbanístico moderno de la ciudad de Barcelona y del resto de ciudades y pueblos que la rodean, como es el caso de Castelldefels.